Antes de poner los enlaces al capítulo, quería pedirle disculpas miles a Reboot, porque arreglamos el enlace mal puesto hace unos días pero todavía no habíamos pedido perdón públicamente por la metedura de pata xD El botón quedaba muy bonito, pero no llevaba a ninguna parte :$ Y ya puestos a comentar enlaces, gracias a Faustomatic por tenerlos ahí, en la columna lateral de su blog, y a los del foro de Freakworld por pedirnos afiliación.
Nosotros gastamos menos en esto que Portugal en espías, así que cuando hemos descubierto que se puede ofrecer lectura on-line sin que nos costase un duro decidimos apuntarnos a lo de Submanga. Debido a mi torpeza, todos los one-shot constan como capítulo 1, pero espero que semejante desastre no se repita. Eso sí, definitivamente, lo único que interesa es lo que lleve la etiqueta +18 y por tanto nos estamos planteando dedicarnos al porno duro y dejarnos ya de Kanon, de hermanitas felices y de bolleras cursis. O eso, o ponerles igualmente la etiqueta de +18, por si cuela.
Ahora que lo pienso, no sé para qué tengo un blog propio, si ya cuento aquí mi vida... Pero no me enrollo más y vamos a lo que interesa: el decimotercer capítulo de Historias supercrueles y terribles de mangakas. Seguimos con las histerias, este tomo está plagado de gente con desórdenes nerviosos y/o mentales graves y en esta ocasión es el turno de una vieja gloria que quizá no era tal gloria. Se incluye una instructiva muestra de técnicas de pintura y entintado, además de dejar constancia de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Esta es la enésima versión y todavía le sigue faltando una coma, pero me niego a toquetear más este capítulo porque ya me tiene harta, ¡que han sido setecientas revisiones y en todas salía una falta nueva! Así que las condiciones de traducción, edición y corrección son las de siempre y los enlaces son:
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Nosotros gastamos menos en esto que Portugal en espías, así que cuando hemos descubierto que se puede ofrecer lectura on-line sin que nos costase un duro decidimos apuntarnos a lo de Submanga. Debido a mi torpeza, todos los one-shot constan como capítulo 1, pero espero que semejante desastre no se repita. Eso sí, definitivamente, lo único que interesa es lo que lleve la etiqueta +18 y por tanto nos estamos planteando dedicarnos al porno duro y dejarnos ya de Kanon, de hermanitas felices y de bolleras cursis. O eso, o ponerles igualmente la etiqueta de +18, por si cuela.
Ahora que lo pienso, no sé para qué tengo un blog propio, si ya cuento aquí mi vida... Pero no me enrollo más y vamos a lo que interesa: el decimotercer capítulo de Historias supercrueles y terribles de mangakas. Seguimos con las histerias, este tomo está plagado de gente con desórdenes nerviosos y/o mentales graves y en esta ocasión es el turno de una vieja gloria que quizá no era tal gloria. Se incluye una instructiva muestra de técnicas de pintura y entintado, además de dejar constancia de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Esta es la enésima versión y todavía le sigue faltando una coma, pero me niego a toquetear más este capítulo porque ya me tiene harta, ¡que han sido setecientas revisiones y en todas salía una falta nueva! Así que las condiciones de traducción, edición y corrección son las de siempre y los enlaces son:
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